La ruta por Malta
(islas de Malta, Gozo y Comino) la dividimos por zonas visitando el primer día
algunos puntos destacados de la zona sur y de la zona oeste.
Por la mañana después de desayunar y antes de ir andando al aeropuerto a recoger el coche, dimos una pequeña vuelta por Gudja, la localidad en la que nos alojamos, fue el primer contacto con Malta ya que habíamos llegado de noche, y ya empezábamos a notar que iba a ser un destino que nos iba a gustar, por su arquitectura (balcones, iglesias), el estilo, la tranquilad (suponemos que en verano no es así) y esa mezcla de tradición muy ligada a la religión (Orden de la Cruz de Malta) y el colorido en sus puertas, flores, jardines etc.
Gudja, no es un
sitio en el que parar 100%, pero si como nosotros os alojáis en esta localidad
por su cercanía al aeropuerto, merece un paseíto, su principal atractivo es la
Iglesia de Santa Maria, después comprobaríamos a lo largo del viaje que en cada
rincón de Malta al que mires hay una iglesia, con una arquitectura similar
entre ellas, y muy muy bonitas.
La iglesia es de estilo barroco, y como podéis ver cuenta con esculturas en cupulas, pórticos,
Las calles principales cuentan con diferentes edificios conservados en mayor o menor medida, con símbolos religiosos (vírgenes, cruces, santos), además de edificios con columnas y balcones impresionantes, y por supuesto los famosos balcones de Malta y sus puertas de colores.
Después del agradable paseo por Gudja y después de recoger nuestro coche en el aeropuerto nos fuimos al pueblo pesquero Marsaxlokk aprovechando que además era domingo y hay un mercado enorme en toda la zona del puerto.
El mercado antes era solo de pescado fresco, ahora se venden también frutas, verduras, dulces y luego hay una zona en la que venden de todo (ropa, cosas para el hogar, al estilo un bazar/chino) esa parte nos pareció poco relevante.
El pueblo es una autentica maravilla, la zona del puerto con las barcas de colores, los puestos, imprescindible pasear por aquí y disfrutar del mismo. No os quedéis solo en la primera parte del puerto y dar la vuelta entera hasta el final, que esta esta zona tan “instagrameable” de puertas de colores.
Nosotros entramos también en la iglesia Nuestra Señora del Rosario de Pompeya, solo la vimos desde la puerta de entrada ya que estaban en misa.
Después del paseo por Marsaxlokk, comimos en Roots que os recomendaba en este post y podéis ver con más detalle que comimos.
La siguiente parada fue St. Peter’s Pool, una piscina natural entre rocas, ideal para bañarse y donde también mucha gente se acerca allí para saltar. Nosotros no nos bañamos porque hacia bastante viento, pero aun así había gente que se animo a ello. Aparcamos el coche en un aparcamiento habilitado arriba, y bajamos andando a la misma. El acceso aunque tiene “camino” no es accesible para personas con movilidad reducida, carritos o similares.
La siguiente parada fue Xrobb l-Għaġin Bay y la cueva de Ta’Kalanka, a la cueva como tal no accedimos, pero la zona es muy bonita, el agua brutal el color y eso que no fue el día más soleado. Aquí si que se puede acceder por unas escaleras y luego para bañarte hay varias escaleras dentro del mar por las que bajar.
Después ya en el coche de nuevo, fuimos a ver la famosa Blue Cave o Blue Grotto, y os dejo varios consejos para que sepáis desde donde verla etc. nosotros eso sí, debido a la hora a la que fuimos, no paseamos en barca por el mar para pasar cerca de ella, y la vimos ya atardeciendo, porque lo que aunque el lugar es precioso, no vimos ese azul turquesa del agua.
Para ver la cueva como tal desde arriba y tener la vista famosa, tenéis que parar en este parking (hay pocos huecos) nosotros encontramos a la vuelta.
Para ver la parte baja y acercaros a la torre Xutu y ver la cueva desde abajo (como tal no se ve) pero si los acantilados, tenéis que aparcar en este parking es gratuito aunque suele haber algún gorrilla, nosotros tuvimos suerte y no tuvimos mayor problema.
Merece muchísimo la pena darse un paseo por las rocas de esa zona baja y disfrutar del entorno.
El ultimo punto al que nos acercamos esa tarde fue los acantilados Dingli, no sé si era por el viento que hacía, muy muy intenso, cansancio o porque no fuimos a un punto muy espectacular, pero nos pareció bastante prescindible.
Una vez llegamos a Rabat e hicimos el checkin en nuestro alojamiento MYN Rabat, descansamos un rato y salimos a cenar a Il Bitha y a dar una vuelta por la Mdina.
Imprescindible
para nosotros visitarla de noche, fue increíble, se llama la ciudad del
silencio y definitivamente de noche y en temporada baja lo es, porque estabamos literalmente solos.
Os dejo fotos del recorrido que hicimos por la ciudad amurallada, incluyendo la Puerta de Mdina, todo el recinto amurallado, la Catedral de San Pablo entre otros, a la que volveríamos al día siguiente con luz, pero sin duda de noche nos pareció espectacular.
Y con esto fin al primer dia en Malta, muy muy completo.
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