Nuestro penúltimo día en Islandia, el día 14, lo dedicamos a montar a caballo en Solhestar, una granja de caballos cercana a nuestro alojamiento a primera hora de la mañana, y desde allí a pusimos rumbo a nuestro hotel de Reikiavik para a comer y visitar la ciudad. Inicialmente si no hubiéramos hecho la actividad a caballo habríamos ido a visitar el PN de Þingvellir, pero nos parecía mas original montar a caballo, además hacia buenísimo y cascadas ya habíamos visto unas cuantas así como fallas etc. y la verdad que fue un acierto porque estuvimos solos, así que fue un paseo privado por los campos islandeses a caballo.