China: 5 dias en Pekin - Tiananmen y Qianmen

Aunque la muralla no la visitamos el último día, si será la última entrada que haga de China, así que a continuación os contaré lo que hicimos nuestro último día en Pekin, que lo podíamos haber aprovechado para visitar zonas como la Villa Olímpica, que nos faltó por ver, pero la verdad es que estábamos bastante cansados después de 16 días viajando y andando, pero si vosotros tenéis tiempo aprovechad para acercaros.

Por la mañana fuimos a la famosa calle Wangfujing, una de las principales calles comerciales de la ciudad con grandes firmas y cadenas de moda, lo más fácil es bajarse en la parada de metro que lleva el mismo nombre de la calle.

Nuestra primera parada, de hecho fue a un centro comercial, porque yo tenía frio y no llevaba más que una chaquetita fina, así que aprovechamos para desayunar también en el centro comercial.

En uno de los laterales de esta calle, os encontrareis con una calle llena de puestos de comida y los famosos escorpiones fritos. Después de haber estado en el mercado musulmán de Xian, está calle, es simplemente eso, una calle, y la verdad es que la comida para nuestro gusto, no se veía tan apetitosa, así que no la probamos. 

Desde allí nos fuimos andando a la Plaza de Tiananmen, esta vez sí para recorrerla entera bajando hasta Qianmen. Como fuimos andando, no nos pidieron el pasaporte.

Primero nos acercamos de nuevo a la Puerta Tiananmen.

 

Y ya nos pusimos a pasear por la Plaza, que si no me equivoco, es la más grande del mundo.

Al final de la plaza se llega a la Puerta de Zhengyang, que creo que no se puede visitar.

Qianmen es una zona peatonal con muchísimas tiendas, restaurantes, cadenas de comida y varios callejones para comprar souvenirs, aunque como ya os dijimos, lo mejor para souvenirs es Shanghai.

La zona en general no nos pareció demasiado interesante ni siquiera para compras, así que sería una visita totalmente prescindible en Pekin.

Comimos y la verdad, es que la comida no nos gustó demasiado y acabamos en un McDonalds. Ya después de comer y antes de poner rumbo al hotel y coger el taxi al aeropuerto, decidimos como os decía descansar tomando algo en una cafetería en lugar de visitar la Villa Olímpica.

Pronto el final de nuestro viaje a China, con la Muralla China.