En Xian estuvimos 2 noches y dos días casi completos, así que en esta primera parte os hablaré de los Guerreros de Terracota y en la segunda parte de la Mezquita, la Muralla, el Barrio Musulmán (que visitamos también el día 1, pero así no es tan largo esta entrada) y la Pagoda del Gran Ganso Salvaje.
Llegamos a Xian a las 10 de la noche, procedentes del tren bala de Chengdu, que tardo 4 horas.
Desde la propia estación
de tren Xian North (Xianbei Railway Station), cogimos el metro (4 yuanes / persona) que nos llevaba
directos a nuestro hotel.
El hotel está literalmente detrás de la boca de metro
Bei Da Jie Station, aquí podéis recordar que hotel elegimos.Tras hacer el check in,
nos fuimos directos a descansar que al día siguiente queríamos madrugar para ir
a ver los guerreros de Terracota.
Nos montamos en el bus 9,
pero debía desviarse en un punto hacia Railway Station,
la parada de metro donde saliendo se coge el bus para ir a los guerreros de
Terracota, pero no fue así, así que nos bajamos, y con google maps buscamos
como llegar y cogimos otro autobús. Conclusion: mejor no fiarse del hotel y seguir el movil.
Cuando llegamos a la estación de la que salen los autobuses a los guerreros, eso era
un auténtico caos, no conseguíamos saber de dónde salían los autobuses, porque había
miles de personas, cientos de vendedores que te agarraban para que te fueras en
su autobús, y no veíamos el autobús 5 (306) en el que teníamos que montarnos. No era dificil, pero a veces uno se desorienta. Ese
autobús de color verde es más barato y hace exactamente el mismo recorrido,
pero digamos que es un autobús público mientras que los otros son privados.
Conseguimos encontrarle y
montarnos en el bus, que nos costó 7
yuanes/ persona y cuyo trayecto duraba en torno a una hora.
Pero aquí
no acabo todo, fuimos casi todo el viaje con un guía (debe ser que las rutas de
autobús a los guerreros aunque sean públicas llevan un guía), que más
que un guía parecía un militar hablando. Se tiro todo el trayecto contando,
suponemos la historia de los guerreros, pero imaginaros eso en Chino, con una
especie de megáfono… nos explotaba la cabeza. Eso sumado al caos de como
conducen y a los pitidos.
Le pedimos que nos
avisase para bajar, porque hay unas termas antes, y no queríamos equivocarnos,
porque de hecho se bajó allí casi todo el mundo.
Cuando por fin llegamos a
los guerreros, íbamos medio mareados entre el calor, la hora y pico de megáfono
y el agobio... pero ya estabamos alli.
Tras sortear a otros
cuantos guías, la mayoría de habla española y demás, conseguimos llegar a la
taquilla, donde pagamos los 150 Yuanes cada uno por la entrada a los Guerreros de Terracota. Aquí te dejan
claro que no hacen ningún tipo de descuento, con un cartel que lo indica.
Una vez en el recinto hay
3 fosos y un museo.
La mayoría de la gente
dice que es mejor ver primero las pequeñas y luego la principal y más grande,
por si te llevas una decepción, pero nosotros vimos primero la principal (1) y
luego las demás y no nos decepciono para nada verlo así.
En el foso principal en la
entrada, es donde veréis más gente agolpada, pero luego el resto se va
disipando la gente y podéis para y leer los carteles y hacer fotos sin
problema.
Aquí os dejo muchas fotos, para que veais como es el primer foso y el número de guerreros que hay en ella, y también veis todos los que estan aun por reconstruir.
Aquí os dejo muchas fotos, para que veais como es el primer foso y el número de guerreros que hay en ella, y también veis todos los que estan aun por reconstruir.
Luego visitamos el foso
2.
Es más pequeño, en algunas partes más profundo, tiene una iluminación mucho más tenue y además tiene algunas figuras en
vitrinas y expositores para que de cerca puedas ver como son.
Visitamos el último foso, el número 3, que aunque más pequeño tiene también un amplio número de guerreros, y al igual que el resto, muchos están bajo restauración o solo catalagodos. A mi este foso me gustó mucho.
Hicimos una pequeña
parada en el museo, aunque mi pie necesitaba descanso y optamos ya por irnos a
comer.
Según sales del recinto
hay una zona comercial con decenas de tiendas de recuerdos, restaurantes
y puestos de comida.
Comimos literalmente en
el primer sitio que vimos, tenían pizzas, así que así cambiábamos un poco. Nos costaron 68 Yuanes cada pizza, si no apunté mal en mis notas. Y estaban ricas, no fueron las mejores del mundo, pero teníamos demasiada hambre como para dejar algo.
Luego paramos en un
puesto donde hacían una especie de arroz inflado, aunque parece más un
cuscus, pero de sabor dulce, estaba riquísimo y compramos varios paquetes.
Así que si vais
compradlos, los veréis fácilmente porque elaboran allí la masa, estarán dándola
golpes y cortándola y además huele fenomenal.
Cogimos el primer autobús
que se iba, esta vez sí era de los azules, que valía un poco más 10 Yuanes/ persona, pero no teníamos
ganas de esperar.
Llegamos a Xian, con algo
de tráfico, y decidimos poner rumbo al barrio musulmán para visitar la
Mezquita, y la Muralla de Xian, pero eso os lo cuento en el siguiente post.
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