Nuestro último día en Bélgica lo aprovechamos para ir por la mañana a Lovaina, una pequeña ciudad, en comparación con Gante o Brujas y que perfectamente se puede visitar en medio día.
Además, esta mucho menos masificada que las anteriores y a
solo 20 minutos en tren de Bruselas.
Fuimos como siempre a la estación de tren, con los tickets
sacados del día anterior, y en este caso el trayecto duro más de lo normal.
Y es que nos montamos un tren dirección a Lovaina, pero el
cual por algún motivo que aún no sabemos, no llegaba hasta el final del destino
(no sabemos si fue por obras o por una avería), así que sin apenas explicación
nos bajaron en una estación y allí nos montaron en un autobús el cual nos dejó
en otra estación desde la cual continuamos el viaje.
La vuelta a Bruselas, fue perfecta y solo tardamos 20
minutos.
Una vez en la estación fuimos por la Avenida principal hasta
la Plaza de la Biblioteca de la Universidad.
La plaza es preciosa y el edificio más aun, se puede visitar y con la visita se puede subir a la torre desde la que se tienen muy buenas vistas de la ciudad.
El precio fue de 7€ /persona incluyendo una audioguía explicativa y
apenas éramos 8 personas visitándola.
Arriba se pueden recorrer los 4 lados, aunque cuidado que si
suena el reloj como nos pasó a nosotros, os llevareis un buen susto!
Muy recomendable esta visita si estáis en la ciudad.
Desde allí fuimos al icono de Lovaina, su ayuntamiento, cuya
fachada es impresionante, diría que es de los más bonitos que hemos visto en Bélgica. Hicimos mil fotos, porque tiene tantos detalles que es difícil
captarlo solo en una.
Toda la plaza en si es espectacular ya que allí se encuentra
la Iglesia de San Pedro, la cual se puede visitar de manera gratuita. Cuando
fuimos nosotros tenía una parte en obras.
Dejamos el Ayuntamiento, y fuimos en dirección al Beguinato,
pasando primero por Oude Markt, una de las plazas más animadas de la ciudad,
llena de restaurantes, bares y rodeada de edificios preciosos.
¡Estuvimos de día, pero imaginamos que de noche debe ser un
auténtico punto de reunión en la ciudad!
El Beguinato, Groot Bejinhof actualmente ya no se utiliza como tal ni están las monjas allí, actualmente es una residencia de estudiantes (creo que solo de chicas pero igual estoy equivocada).
La zona es muy recomendable, muy tranquila (fuimos en
periodo festivo…), rodeada por un un rio, con puentes que la cruzan, jardines,
unas casitas encantadoras, calles preciosas (aunque un poco difíciles para
caminar con tanto adoquín) y una iglesia.
Aunque está zona un poco más alejada del centro merece la pena acercarse y da tiempo de sobra en una visita de medio día a la ciudad.
Volvimos a Oude Markt donde comimos algo rápido y regresamos
a Bruselas en tren ya que queríamos hacer las últimas compras y visita.
Una vez en Bruselas visitamos la Catedral de Santa Gudula
por dentro, que era lo que nos había quedado pendiente de Bruselas, también
muy recomendable!
Y fuimos a las Galerías Sant Hubert a comprar chocolates a Mary.
Luego nos tomamos algo en Mokafé Taverne y descansamos antes de ir al hotel para coger las maletas y regresar al aeropuerto.
El ticket del aeropuerto lo compramos nada más llegar de
Lovaina, para evitar posibles colas y llegamos puntuales en el tren a la
terminal.
La verdad que la escapada de 4 días a Bélgica fue perfecta,
tuvimos un tiempo excelente y sin duda nos gustaría volver a conocer otras
ciudades como Amberes o Malinas que nos quedaron pendientes y a disfrutar de
Gante o Brujas también de noche.
¡Espero que os hayan gustado los posts!
Pronto más entradas no se si de Escocia o de Kenia 😊
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