¡Nuestro último día en
las Hebridas empezó y termino con sol así que el día pintaba estupendo!
Nada más pegarnos el
homenaje con el mega desayuno que nos preparó Eddie, de Invercany B&B, volvimos a Eriskay pero esta
vez sin detenernos, ya que íbamos directos al embarcadero desde donde salía
nuestro ferry a las 10:15 am.
El viaje en ferry a Barra
es muy corto apenas 45 minutos y nos dejó en Ardmhòr.
Nada más llegar decidimos
ir a la zona de Eoligarry, y fue un acierto total porque el area es espectacular y Carlos hasta se atrevió a “bañarse”, el agua fría no, helada no,
lo siguiente.
Aquí estuvimos la verdad
que muchísimo rato porque nos encantó, vimos varias calas y dimos un paseo por
la playa grande (aunque no dimos la vuelta completa a la vuelta de arena).
En vista del tiempazo que
hacia (tiempazo en Escocia es sol y no demasiado viento) decidimos bajar a
Castlebay (en la punta sur de la isla) que es donde hay supermercado para
comprar comida para hacer una barbacoa y dicho y hecho, bajamos a Castlebay y
vuelta para arriba a Eoligarry.
Aquí os dejo las fotos de bajada y subida a Castlebay por la carretera este, y de la propia Castlebay con su castillo en el mar.
Eso sí, antes ya habíamos
cuadrado la hora para ver uno de los atractivos de Barra que no es otro que su
aeropuerto, porque su aeropuerto como tal no existe y su pista de aterrizaje es
la arena de la playa, solo en marea baja, así que no hay vuelos más que a
determinadas horas.
Vimos dos avionetas
aterrizar, una despegar y a los pasajeros bajar y subir con sus maletas por la
playa, sin duda es algo que si cuando vais hay vuelos, no debéis perderos!
Y desde ahí sí que si, a
Eoligarry a hacer nuestra barbacoa, no estaba tan soleado como a primera hora
del día, pero lo conseguimos y lo disfrutamos un montón, no todos los días se come con estas vistas. Eso sí hubo un intento
de lluvia, el viento tampoco es que fuera una suave brisa marina a ratos, pero ¡fue
súper divertido!
Después de la barbacoa,
tomamos esta vez la carretera oeste, hicimos un intento de visitar un campo de
golf y tomar un café allí, pero allí solo había ovejas, hicimos un intento de
tomar un café en The Isle of Barra Beach Hotel, pero allí no nos servían porque eran las 5pm y
ya estaban preparando las cenas … (cosas de Escocia). Eso si merece la pena parar, porque mirar donde esta el hotel localizado. Vistazas increibles!
Así que fuimos al
alojamiento, que estaba en Castlebay, a dejar las maletas.
Puede parecer que dimos
mucha vuelta del norte al sur, del sur al norte, y del norte al sur de nuevo,
pero la isla es muy pequeña y en 20 minutos bajas de norte a sur. Además, así
vimos ambas costas. Obviamente podéis llegar a Eoligarry y bajar por una de las
carreteras a Castlebay y listo (pero el plan de barbacoa no es algo que en
Escocia se pueda planear así que, ¡había que ir a por víveres!).
Después de dejar las
maletas en el alojamiento, decidimos cruzar a la isla de Vatersay que estaba
muy cerca y se accedía por carretera.
Fuimos a su playa
principal Traigh a Bhaigh, donde por si os interesa hay un camping habilitado con duchas para alojarse.
No hicimos nada especial
simplemente disfrutamos del paisaje y jugamos con nuestras sombras en la arena 😊
Como era nuestro último
día de viaje, y puesto que el sol seguía, decidimos intentar ver el atardecer,
y esta vez sí lo conseguimos, aunque no le vimos meterse en el mar porque había
algunas nubes fue precioso.
Lo vimos en la playa de
Borve, eso sí, hacia un frio considerable así que parecíamos beréberes (¡como
yo digo!). Fue un cierre precioso al viaje, oyendo música, tomando unas
cervezas, picando algo y viendo atardecer. ¡Uno de los mejores días del viaje!
Con esto acabamos el día
y nos fuimos a descansar a nuestro alojamiento que al día siguiente tocaba madrugón!
El último día de viaje,
nos levantamos temprano (lo bueno que el alojamiento estaba enfrente de la
terminal de ferry), así que a las 7:55 am nos montamos en el ferry rumbo a Oban,
con unas 5 horas de viaje por el delante.
¡Lo mejor del viaje fue
que vimos delfines! Era la primera vez que veía delfines en libertad en alta
mar, y vimos muchos y durante un buen rato. Fue una experiencia muy chula.
Y con esto llegamos a Oban, donde comimos, tomamos cafe y emprendimos rumbo a Glasgow. Terminando así un viaje de 9 días que empezó en Inverness, siguió en la Ruta 500, continuo en la Isla de Skye y acabo en las Hebridas Exteriores.
Gracias Sabela
por la visita, y por el viaje tan top que nos hemos marcado los 3 juntos lleno de risas y buenos momentos!
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