Nuestro segundo día en la Isla de Sao Miguel en Azores, lo dedicamos a recorrer toda la parte norte de la isla y la costa este, incluido la popular zona de Nordeste. Disfrutando de los muchísimos miradores que hay en toda la costa.
La primera parada fue el mirador de Santa Iría, parada obligatoria, las vistas son una maravilla.
Nuestra siguiente parada fue Sao Bras, simplemente porque nos gusto el
pueblo desde la carretera y porque tenía un mirador en la misma carretera, también
con vistas muy chulas. En el pueblo visitamos su iglesia, que además estaba
abierta. Podéis prescindir de esta parada si vais justos de tiempo.
Aquí la siguiente parada (aunque nosotros la hicimos otro día con el trabajo), seria visitar la Fabrica de Te, Cha Gorreana, la única plantación de té de Europa, dura una media hora y podéis visitar también la plantación. No se si tiene coste ya que fuimos en un tour organizado, pero es una parada interesante, además os dan varios tes a degustar y tienen tienda.
Después de la visita, fuimos a Maia, con intención de comer allí, pero no había nada abierto, ya os comenté que era 1 de mayo, festivo nacional, así que en las localidades pequeñas todo estaba con ambiente festivo (donde también nos encontramos estos peleles por toda la isla en conmemoración del día del trabajo).
No obstante, las vistas desde el mirador de Maia son muy bonitas y cuenta cómo no, con una iglesia. Parada también prescindible.
Siguiente pueblo fue Achadinha, donde comimos, en Poço Azul, como os comentaba en este post con toda la información para organizar un viaje de 5 días a Azores. Si como nosotros necesitáis un sitio en ruta donde comer, este pueblo puede ser muy buena opción, sino aunque no es un parada obligatoria, tiene tambien una charcas y varias rutas por la zona si os interesa. Como no, también tiene una iglesia.
Aunque todas parezcan iguales no lo son fijaros bien, eso sí, perdimos la cuenta de todas las que vimos durante nuestro viaje.
Siguiente parada, para nosotros super recomendable, Miradouro da Vigia das Baleias, en Algarvia este sitio es para mí un rincón de paz en el mundo. Estuvimos un buen rato solo disfrutando del entorno, las vistas y la tranquilidad.
Desde aquí pasamos por la localidad de Nordeste, aunque no paramos como tal en la misma y nos fuimos al Farol do Arnel, solo lo vimos desde arriba y el mejor mirador para verlo y obtener estas fotos es desde el Mirador Vista de los Barcos. Imprescindible.
Desde el mirador Farol do Arnel, se ve mucho más ladeado.
El siguiente mirador, Punta del Sosiego, es otro indispensable, no solo por las vistas sino por todos los jardines, como están de cuidados, las flores, los colores, no dejéis de parar.
Las vistas desde este mirador de los acantilados, son de mis favoritas de la costa de la isla.
El siguiente mirador, es otra brutalidad a nivel vistas, y eso que aquí se nublo y se ve algo mas oscuro, se trata del Mirador Da Ponta da Madrugada y es otra delicia de sitio, lleno de bancos, merenderos y encima vistas de ensueño.
El penúltimo mirador, quizás en un día despejado merezca mas la pena, fue do Pico Longo, y es totalmente prescindible.
El ultimo, a pesar de la luz, fue el Mirador Puesta de Sol, nos gustó mucho más ya que se veía toda la parte sur, incluida la localidad de Povoação donde acabaríamos el día. Si tenéis tiempo podéis parar.
La localidad de Povoação, no es una parada obligatoria, salvo que como nosotros hagáis noche ahí o para tomar algo, comprar en el supermercado, echar gasolina etc ya que cuenta con todos los servicios. El paseo junto al mar es muy bonito y agradable como se puede ver en las fotos.
Cenamos en la localidad de Ribeira Quente.
Y la carretera para llegar allí, se las trae… además estaba en obras por lo que tardamos aún más, ya que habia tramos cortados regulados por semáforos.
Para llegar a Ribeira Quente, además nos paso una “anécdota” no muy agradable, y es que para llegar teníamos que cruzar un túnel, cuando entramos en el túnel los coches de detrás empezaron a pitar como locos, creíamos que estábamos haciendo algo mal, porque nada más salir del túnel nos encontramos con la zona sin carretera como tal, era un camino de tierra entre tramos de obras, y realmente creíamos que nos habíamos equivocado en algún punto y estábamos saliendo en un sitio q no debíamos.
NO era así, simplemente era un tramo en
obras sin carretera ni camino, y los coches unos 4 o 5, se conocían entre ellos
y decidieron hacer la gracia, si encima os digo que eran curas… y que iban
todos a cenar al mismo restaurante que nosotros… ver para creer. Llegamos al
restaurante con un susto en el cuerpo porque de verdad pensábamos que nos habíamos
salido del camino y estábamos en un sitio que no debíamos y que nos íbamos a
quedar ahí tirados. Os dejo una foto de calidad pésima y de noche, pero para
que veáis como era la zona parecia el fin del mundo y encima creiamos que nos pitaban para advertirnos de algo que estabamos haciendo mal.
La vuelta, fue por la misma carretera, pero ya sabiendo que íbamos bien, aunque pareciese que no.
Y con esto fin al segundo día, en Sao Miguel, como veis sin parar, podéis recordar lo que hicimos el día anterior en este artículo.
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